Queridos amigos y lectores:
¡Todo el encanto y el misterio de París, se reflejan en esta emblemática torre!
Una conmovedora anécdota histórica:
Una anécdota, muy comentada en las conferencias sobre el crimen del aborto, tuvo lugar en medio de un debate en la televisión francesa.
En el curso del mismo, el Doctor Jerome Lejeune, dirigiéndose a su oponente, que estaba a favor del aborto en los casos de peligro para la madre o para el feto, le presentó el siguiente problema pidiéndole su opinión al respecto, y le dijo:
-Un padre sifilítico y una madre tuberculosa tuvieron cuatro hijos: el primero nació ciego, el segundo murió al nacer, el tercero nació sordomudo, y el cuarto es tuberculoso. La madre quedó embarazada de un quinto hijo. ¿Qué haría usted?
-Yo interrumpiría ese embarazo.
-Tengamos un minuto de silencio. Usted le ha quitado la vida a Ludwig van Beethoven.

En el curso del mismo, el Doctor Jerome Lejeune, dirigiéndose a su oponente, que estaba a favor del aborto en los casos de peligro para la madre o para el feto, le presentó el siguiente problema pidiéndole su opinión al respecto, y le dijo:
-Un padre sifilítico y una madre tuberculosa tuvieron cuatro hijos: el primero nació ciego, el segundo murió al nacer, el tercero nació sordomudo, y el cuarto es tuberculoso. La madre quedó embarazada de un quinto hijo. ¿Qué haría usted?
-Yo interrumpiría ese embarazo.
-Tengamos un minuto de silencio. Usted le ha quitado la vida a Ludwig van Beethoven.
Ludwig van Beethoven, autor del "Himno a la Alegría" (9a. Sinfonía)
Lejeune estaba, por supuesto, en contra del aborto; su postura se vio rechazada por los pro-abortistas, especialmente cuando en su Francia natal se debatió y se
aprobó (en 1975) la ley que permitía el aborto en caso de enfermedad incurable del feto, o de riesgo serio para la madre.
No tenemos la menor idea de cuántos talentos del deporte, como Cristiano Ronaldo, cuántos genios de la música como Beethoven, cuántos artistas, inventores, científicos, santos, investigadores, filósofos, y personas por cuya labor la Humanidad se encontraría hoy viviendo una epléndida calidad de vida, cien veces mejor que la actual, han sido mortalmente silenciados por la cuchilla implacable del maléfico abortista, clandestino o "legal": los dos matan por igual.
Siempre acostumbro a fundamentar firmemente mis escritos,
no solo arrimando argumentos, sino citando las fuentes que me han servido
para el comentario o la noticia.
Por eso me permito enriquecer este comentario, añadiendo algunos datos biográficos del protagonista de esta anécdota, el Dr. Jerome Lejeune. Los he tomado de InfoCatólica.
Pueden visitar ese sitio haciendo clik en este enlace:
Copio algunos párrafos de ese hermoso artículo
Jerome Lejeune, un científico valiente
Nemesio Rodríguez Lois - 29 Mayo 2014
Pobre mundo el que nos ha tocado vivir; existe tal pereza mental que lo más común es ver cómo la gente no piensa y cuando actúa lo hace obedeciendo consignas que son del dominio público.
Y es así como, sin detenerse a reflexionar si una afirmación es falsa o verdadera, creen sin titubeos estribillos tales como “la familia pequeña vive mejor”, “antes de una relación usa el condón”, “el feto no es un ser humano”, etc., etc., etc.
Viene ocurriendo lo mismo que ocurría en la Alemania de los nazis, cuando Goebbels Ministro de Propaganda de Hitler, decía que "una mentira mil veces repetida acababa transformándose en una verdad", afirmación muy cierta, parecida al consejo perverso de Voltaire: “Calumniad, calumniad que algo quedará.”
Tan grande es el poder seductor de los medios.
Por tal motivo, cuando alguien tiene el valor de nadar contra corriente, primero causa extrañeza, y más tarde produce admiración.
Tal es el caso de uno de los más brillantes investigadores de la Medicina durante el XX, el doctor Jerome Lejeune, catedrático de Genética de la Universidad de la Sorbona de París, científico de renombre universal que jamás temió las condenas de la opinión pública.
Verdades científicas
Para el doctor Lejeune, la Ciencia es algo tan serio como afirmar que el sol alumbra la Tierra; y, al adherirse a la verdad científica, sacó una serie de conclusiones que deseamos compartir con nuestros amigos lectores:
“Aceptar que después de la concepción un nuevo ser humano ha empezado a existir, no es ya cuestión de gusto o de opinión, sino una evidencia experimental”.
“Si el embrión no es desde el primer momento un miembro de nuestra especie, no llegaría a serlo nunca. Decir que no es un hombre, es lo mismo que decían los nazis: Un prisionero no es un hombre”.
“Todos los responsables de la salud saben perfectamente que los preservativos no pueden parar la epidemia del SIDA”.
- “La anticoncepción es hacer el amor sin hacer el niño.
- La fecundación ‘in vitro’ es hacer el niño sin hacer el amor.
- El aborto es deshacer al niño.
- Y la pornografía es deshacer el amor”.
Lejeune, siempre fiel a la verdad
En todas estas intervenciones, este catedrático de La Sorbona jamás titubeó en nadar contra corriente defendiendo las evidencias científicas.
Y al defender las evidencias científicas no hizo más que defender la Verdad y la Justicia.
Un hombre que, por defender la vida en todas sus etapas, fue hostilizado de mil distintas maneras. Se le inscribió en una especie de lista negra y esto influyó para que jamás le concedieran el Premio Nobel de Medicina.
Es triste comprobar cómo, a pesar de los descubrimientos de la Ciencia, muchos países se empeñan en legalizar crímenes como el aborto, o aberraciones como los mal llamados "matrimonios" de homosexuales.
Con ello, desorientan a la opinión pública la cual, inerme ante los medios, no reflexiona, y piensa que algo que está permitido por la Ley, tan sólo por eso, se convierte en algo bueno.
Algo tan absurdo como creer que, si se legislara como lícita la calumnia, tan sólo por eso dejaría de ser un delito
Jerome Lejeune, científico católico de nuestra época, comprendió muy bien todo eso y, fiel a la verdad que la Ciencia nos demuestra, se portó siempre con una coherencia y valentía que a todos nos asombra.
En Catholic.net encontramos los siguientes datos sorprendentes sobre este gran científico:
______________________________
Padre de la genética moderna, Jerome Lejeune Autor: Rosa Martha Abascal |
|
Que no quede duda, el padre de la genética afirma contundente e inequívocamente dadas las evidencias, que abortar es quitarle la vida a un ser humano: dicho en una palabra, es matar. |
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario